La firma Greene del PCUMH impulsa la sostenibilidad industrial con un sistema que permite convertir desechos en nuevas materias primas útiles

02/07/2024

Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández (PCUMH) de Elche

En el año 2020 la economía española generó cerca de 106 millones de toneladas de residuos, según un informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con el objetivo de valorizar estos desechos y otorgarles una segunda vida, la empresa Greene del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández (PCUMH) de Elche cuenta con un innovador sistema de gestión. Esta tecnología, dirigida principalmente a la industria, permite convertir los desechos en nuevas materias primas útiles, contribuyendo así a la disminución del impacto medioambiental y a la sostenibilidad. Además, con la implantación de esta tecnología, las empresas y corporaciones pueden ahorrar costes y convertirse en firmas medioambientalmente responsables.

Conocemos todos los detalles de este sistema de gestión de la mano del responsable de Comunicación de Greene, Jesús Martínez.

¿Cuál es el valor diferencial de vuestra innovadora tecnología?

Somos capaces de tratar residuos muy heterogéneos. Es decir, no necesitamos tener una pureza elevada como sí necesitan tecnologías parecidas a la nuestra.

¿Qué beneficios tiene para el medio ambiente?

Gracias a nuestro proceso no se envían residuos al vertedero ni se incineran. Por lo tanto, disminuyen los gases de efecto invernadero y se reduce la contaminación de terrenos o aguas freáticas. También, los olores e impactos visuales.

¿Y para las compañías?

Al utilizar nuestra tecnología, las empresas obtienen materias primas circulares, lo que promueve la valorización frente a la deposición. Esto les permite mejorar su Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y optimizar sus recursos económicos, ya que no solo se reutilizan materiales, sino que se eliminan las gestiones en los vertederos.

¿Cuáles son los residuos más comunes con los que trabajáis?

Actualmente tratamos residuos sólidos no peligrosos, ya sean industriales o urbanos, pero estamos trabajando para ampliar los tipos de desechos válidos para nuestra tecnología.

¿Qué materias primas pueden generarse a partir de los residuos?

En nuestros proyectos obtenemos dos productos principales: el aceite pirolítico (AGNOIL por su nombre comercial) y el biochar o char (BIOBLACC por su nombre comercial). El primero de ellos se utiliza como materia prima para la fabricación de nuevos plásticos circulares; mientras que el biochar o char se usa como combustible en cementeras, cerámicas, etc. La ventaja de utilizar este producto como combustible es que contiene un alto porcentaje de carbono biogénico, cuyas emisiones no se computan.

En este sentido, ¿Cuánto dura el proceso por el que un residuo se convierte en materia prima utilizable?

En un proyecto industrial el tiempo de residencia es de unas cinco horas y media.

¿Cómo se implanta vuestro sistema en la industria?

Para desarrollar un proyecto de valorización tenemos que estar seguros de las características fisicoquímicas del residuo a valorizar. Esto se debe a que tenemos que enfocar el proceso hacia la obtención de unas materias primas u otras. Para ello, primero, realizamos un análisis de laboratorio donde estudiamos aspectos como la composición elemental, el poder calorífico o el contenido en humedad. También, comprobamos que las materias primas circulares obtenidas cumplen los estándares de calidad del mercado.

Si estas condiciones son óptimas y el proyecto es viable, desde Greene realizamos el EPC (Engineering, Procurement and Construction), es decir, el diseño, construcción e implementación del sistema en la empresa.

Comentas que comprobáis que las materias primas obtenidas cumplan con los estándares de calidad ¿Cómo lo hacéis?

Los productos tienen que superar los estándares de calidad marcados, de no ser así no tendrían salida. Por ello, aplicamos los postratamientos pertinentes para cumplir con lo que dicta el mercado.

Vuestra experiencia es sin duda un valor añadido, ¿Cuántos años lleváis ofreciendo estos servicios? ¿Ha cambiado en estos años vuestro modelo de negocio?

Llevamos 13 años desarrollando nuestra tecnología y nuestro modelo de negocio. Detectamos un hueco en el mercado a raíz de la normativa europea del H2020 y del H2030, y con el cambio legislativo que hubo en el 2019 con la subida de las tasas de vertedero. En cuanto a la segunda pregunta la respuesta es sí.

Al principio estábamos centrados en una valorización energética de los residuos, pero a partir de 2019 y con la entrada de Moira Capital Partners como fondo de inversión, cambiamos hacía el modelo de valorización material que tenemos hoy en día. Gracias a ello, actualmente tenemos en desarrollo siete proyectos industriales y contamos con cerca de 80 empleados.

¿Habéis recibido apoyo por parte de alguna entidad pública y/o privada para la puesta en marcha o el desarrollo de la compañía?

En 2023 recibimos apoyo del instrumento TransMisiones del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI). En el 2022 también recibimos ayuda del “Programa de apoyo a agrupaciones empresariales innovadoras” (AEI).

¿A qué retos habéis tenido que hacer frente para poner en marcha el proyecto?

Principalmente económicos ya que hemos tenido que invertir más de once millones de euros en I+D para llevar la tecnología a su estado actual.

¿Cuáles son los objetivos de Greene a corto/medio plazo?

Nuestros objetivos a corto plazo es poner en marcha tres proyectos industriales que actualmente están ya muy avanzados. A medio plazo estamos trabajando para tener varios proyectos más activos en los próximos 4/5 años.

Recientemente os habéis incorporado al ecosistema empresarial del PCUMH. ¿Qué ventajas creéis que os aportará pertenecer a este ecosistema?

Sin duda, las sinergias que podemos crear con otras empresas del PCUMH.

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