Es relevante destacar que de la tentativa lista inicial de PERTEs que se contempla en el texto del Plan Nacional de Recuperación, el único que quedaría de los mismos por ver la “luz” y ser aprobado en Consejo de Ministros en el de la industria electrónica, en el que se debería incluir los semiconductores (desde el diseño a la fabricación), en línea con el IPCEI de Microelectrónica (https://www.ipcei-me.eu/what-is/project-structure/), en el cual se recogen dentro de sus cinco campos tecnológicos a abordar: semiconductores de potencia y chips energéticamente eficientes.
Así el pasado 3 de abril el presidente del gobierno anunció este nuevo PERTE sobre microchips y semiconductores, dotado con 11.000 millones de euros de inversión pública, con el objetivo de potenciar y atraer inversiones en torno a la industria de los semiconductores y las tecnologías relacionadas, que serán claves para alcanzar la autonomía estratégica.
La industria de los semiconductores es una industria global basada en tecnologías muy avanzadas en todas las fases de la cadena de valor: desde los equipos de fabricación de semiconductores, el diseño, la producción, las pruebas, el empaquetado, hasta la incorporación y validación en los productos finales. Los semiconductores, entre ellos los procesadores, están hoy integrados a nivel global: vehículos, equipamiento médico o dispositivos móviles.
Para garantizar la soberanía tecnológica y la competitividad de Europa es necesario reforzar su capacidad para desarrollar la próxima generación de procesadores y semiconductores.
En España esta industria está muy atomizada e integradas mayoritariamente por Pymes, que se dedican al diseño de los semiconductores pero no los fabrican. Se trata de un sector con poco peso en la economía pero de un impacto altísimo, y crítico para otros sectores.
Foto: La Vanguardia
